YO SOY LEYENDA
Will Smith
YO JUBILADO
Eliad Jhosué Villarroel
Hace años atrás cuando vi la película YO SOY LEYENDA, jamás me imaginé que iba a vivir la historia de una película de un hombre que quedó solo en el planeta, rodeado de bestias devoradoras, destructoras y sangrientas.
YO JUBILADO comencé a protagonizar mi película socio castrista a partir del año 1999 en Venezuela, cuando un mentalista, un paria del destino se imaginó llegar a ser presidente de Venezuela. Comenzó con un golpe y luego se montó en otro golpe que convertiría al país de los venezolanos en ruinas y harapos.
Con el paso de los días la bestia hablo en grandes voces y convirtiéndose en poderoso convirtió a la patria en una inmensa cueva de ladrones, mentirosos, corruptos, asesinos, sin afecto, burladores, crueles, avaros ambiciosos, oportunistas y en fin todo se derrumbó. Cuando la bestia había logrado convertir a todos los venezolanos también en zombies falleció de repente y sabiendo que iba a fallecer realizó una ordenanza con el objetivo de dejar en el poder a uno de sus engendros diabólicos para que heredara el legado de su misión demoledora.
Llegó a manos del madurismo la mortandad del 2014, después la del 2017 y finalmente con el golpe del 2018, asestada con odio crónico en la muerte de Óscar Pérez, el último varón valiente que se alzó contra la dictadura, la masacre terminó con corromper la pudrición operativa.
Después de tantas muertes a manos de la bestia y sus secuaces de la oscuridad quedé aterrado, solo en medio de la tormenta, he ahí comenzó mi calvario y el rodaje de mi película “YO JUBILADO”.
Mi soledad se extendió cuando millones de venezolanos huyeron como ratas del barco que se hundía sin remedio, los que quedaron se convirtieron en desesperanzados y se resignaron a la oscuridad de sus corazones perdidos y aterrados se encadenaron voluntarios al silencio de los muertos caídos en batalla, sin esperanzas se conformaron a habitar en la dureza de su dolor y a sobrevivir con las migajas otorgadas por la maldita Revolución. Lloraron al perder su legitimación y sus derechos humanos, el lamento fue fuerte en cada rincón de la patria, sin embargo, fenecen en la soledad de sus propios gritos, ahogados por las palabras del caudillo, silenciado por las ráfagas de las metrallas y encerrados bajo la presión de barrotes olvidados.
RUEDA PELICULA:
YO JUBILADO en este traste de vida venezolana gano 5 millones de bolívares fuerte mensuales, una mísera cantidad que no supera dos dólares, un dólar llega a costar en Venezuela 4 millones de bolívares fuertes, yo me gano mensual un dólar y algo… El dólar que expende Nicolás Maduro ronda en los 600 bolívares fuertes, eso es para sus efectos políticos a conveniencia y desfalcos, nunca llegarán a mis manos.
RUÉDALO.
YO JUBILADO Tengo que trabajar todos los días, a toda máquina, mi local de trabajo está en el porche de mi hogar, mientras trajino entre la tecnología computarizada para sobrevivir, mirando cómo pasan los días de pobreza fatal, converso con mi sombra y mi penar, trabajar en la Venezuela actual arruinada es un batallar diario endurecido y difícil para ganar el sustento entre tanta adversidad, mientras batallo contra lo que venga veo las sombras de las personas hundirse cada día más en un desespero estable, sin embargo, no intentan salir de las garras de quien los manipula y mantienen rodillas en tierra.
YO JUBILADO me siento solitario en Venezuela, agitado haciendo colas, sin efectivo, para ahorrar un bolívar es un sacrificio, comiendo lo que se consiga, sin poder comprar calzado o ropa, costear un pasaje es un calvario, pidiendo a Dios que no se me dañe la nevera, la PC, el ventilador, la TV o un mísero bombillo, esperando cada 6 meses o cuando venga una elección la bolsa del CLAP, viendo como me roban en los puntos de venta todo el dinero trabajado con sacrificio, rezando que no me enferme o tenga un accidente, asumido por el alto costo de las medicinas, en los hospitales no se consigue ni agua, o peor fallezca, una urna cuesta un ojo de la cara, tiemblo pensando en la inseguridad y suplico al altísimo que no me atrape la delincuencia entre sus garras mortales o los descuartizadores y secuestradores que pululan libremente en las calles, temiendo también a los cuerpos policiales y militares, pareciera que no protegen a la ciudadanía, como soy opositor temo que en cualquier momento por órdenes expresas la OLP me haga un allanamiento, me den chirona o me manden al infierno, no puedo denunciar a los antisociales, es un peligro de muerte, hoy en esta inextricable soledad me siento imposibilitado de gritar libertad u ondear mis pensamientos, de seguro seré pasto fresco para los gatillos alegres del mandamás.
YO JUBILADO hoy una leyenda viviente que vive en el país de FABULMAN, muriendo agonizando, esperando, luchando, caminando, trabajando, despejando dudas, denunciando y buscando las mejores maneras de encontrar a las personas idóneas para que me acompañen a luchar en esta soledad tan brutal y represiva donde impera el mal de la ignorancia, el jalabolismo y de la resignación voluntaria.
.
FIN DE LA PELÍCULA REAL VIVIENDO EN CARNE VIVA: YO JUBILADO.
