martes, 6 de noviembre de 2018

EN LA PROFUNDIDAD DE LA MIASMA




Eliad Jhosué Villarroel

En la profundidad de la misma miasma, y lo escribo, no por causas obscenas, sino por la situación desesperante que estoy viviendo en un país donde sus habitantes parecen una manada de lobos hambrientos, es de entrever que hay un hombre dominante en la manada, en su aspecto de mando ridículo y vergonzante domina y ejerce una función importante, su rol es de dividir y accionar armas mixta que le permiten mantenerse en lo alto del poder. 

En este entorno de existencia en zozobras, discierno mucho de tocar la parte moral en la revolución socialista castrista instaurada en Venezuela para quedarse, esa facultad de honorabilidad es disfuncional en todos sus niveles educativos y culturales. La educación formal se ha establecido en Venezuela en manera distintas a días pasados, en el presente se estudia para establecer paradigmas chabacanas, una profesionalización hecha a la medida de un partido político y sin garantía de contextualizar una base que produzca enseñanzas de calidad o prestaciones de servicios también de calidad.
 
En los días actuales, hostigados por miles de reincidencia averiadas, navegando a brazo partido entre una cruda realidad que entorpece y distorsiona los deberes de los ciudadanos, la chabacanería en el proceso de la revolución castrista venezolana es una honra, no importa que haya méritos y si no los hay el gobierno lo disfraza y pule la m…, le saca brillo y se los da a sus servidores como mérito a su invalida perdida humana, es así como se han perdidos los valores humanos en una sociedad rentista, fracasada, socialista, anti capitalista, anti imperialista y depredadora.
 
El amiguismo, compadrazgo, monotelismo o clientelismo político en la diáspora socialista anticapitalista y enemigos de los estadounidense, ha convertido a las masas ciudadanas en frecuencias espurreas, trapos de inmundicia severa, ya no les importa llevar el cuerpo envenenado con un odio que perjudica sus saberes y valores e incluso a sus hijos, familiares y amigos, la mente ostentada es un hervidero de asuntos confusos, peligrosos y nocivos, no piensan por si mismos, torpes como gusanos en el cuerpo de su propio cadáver viviente se van devorando así mismos hasta quedar pelados en el hueso.

El daño ya está hecho y la revolución o revolucionarios venecunanos hoy son millonarios y el pueblo son harapo de la pobreza más dolorosa que se haya visto en estos suelos donde la abundancia camina desnuda y olvidada en manera expresa.

Imagen de referencia:

Los hondureños están como los venezolanos, EMIGRANDO, inmaduros y llenos de locura, en vez de lanzar sus gritos y furia en contra de quien los pisotea, golpea y extingue, emigran en desbandada y en una marcha de kilómetros tras kilómetros para buscar aun no se sabe que,  están locos, todos, menos los niños que no son culpables de tanta desavenencia social. La lucha no es contra países que nada tienen que ver con los problemas erutados indiscriminadamente por los gobernantes de cada nación, en los pueblo cada mandatario es culpable de lo que sucede en su entorno socio político, es una cosa tan sencilla y están obligados a entender las personas de ese país en rencilla, hay que señalar directamente que son los políticos dictadores y corruptos cuyos inducen el hambre y la muerte y a esos personeros que gozan con la plata del erario publico hay que atacar hasta verlos salir corriendo y si no quieren salir hay que buscar las maneras de sacarlos aun así sea con sus pies por delante. 


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