El Chavismo ha muerto desde que falleció
su creador, de sus cenizas se ha levantado el Madurismo, es lo que queda del
pacto Castro Chávez, ha quedando en solitario el hueco y la hediondez.
A pesar
de mantenerse en a duras penas en pie los maduristas se ven cansados, ojerosos, perturbados,
asediados por el hambre, la desesperación y la esperanza más aturdida, apegados
a las palabras del gobierno, el enemigo que alimenta su combustible de odio es
el imperio y los que ellos presuntamente denominan sus secuaces a la oposición,
son los culpables, según por NMM de la catástrofe que ha hundido inevitable a
Venezuela. El Dios de los MADURISTA Nicolás Maduro y su tren de gobierno, según
ellos, no han incursionado en hechos punibles, objetan ser las víctimas de su
propio fracaso y meten entre ceja y ceja entre la inocencia e ignorancia de sus
seguidores que la culpa la tiene EEUU, la MUD y el resto del país, el descaro es
temido, audaz, atrevido e hipócrita, no tiene límites, es intrigante.
Después que pase la borrasca vendrá la
calma y la prosperidad y no será fácil lograr tal odisea levantar a largo plazo
una espiga de las ruinas en que han dejado el país los lacayos del fracaso. Pronto
el Mal de boca tendrá su mordaza, su mugir sordo y mustio será echado al pasto
del olvido, obvio, igual como en Argentina y debido al proceso Castro Chávez
inoculado con el veneno de la corrupción por el gobierno de Cristina, la labor
será escabrosa y de ahí en adelante la empinada será más intolerable y difícil
de allanar.
La lucha no ha sido fácil para deslastrar
tantas lágrimas, sin embargo, el esfuerzo no será en vano, lo sembrado dará sus
frutos y vendrá una buena y sabrosa cosecha, y los que aplauden en la
oscuridad, ciegos, sordos y mudos verán la luz que algún día perdieron en la
densa tormenta.
El Juicio Político mediante Dios, el
pueblo y la AN comienza su destino esperado.
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